Guillermo Roux junto a Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes y los galeristas Alberto Elía y Mario Robirosa |
dibujos de Guillermo Roux |
los curadores de la muestra Donación Elía/Robirosa, Florencia Galesio y Pablo de Monte junto a Guillermo Roux y el encargado de la Casa de la Cultura Popular de la Villa 21-24 de Barracas |
dibujos de Guillermo Roux |
obras de artistas argentinos de la muestra Una historia, una colección. Donación Elía/Robirosa |
pintura de Alicia Carletti |
(Buenos Aires)
Hoy a las 19 se inaugura la muestra “Diario Gráfico”, de Guillermo Roux, con curaduría
de Cecilia Medina, que reúne 290 dibujos realizados con birome en sus cuadernos personales
entre agosto de 2015 y diciembre de 2017. La exposición, cuyo sentido se completa con
la exhibición de otras 177 obras en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 de Barracas,
da cuenta de su visión del mundo y de la vida luego de una prolongada internación.
El artista Guillermo Roux, presente ayer en la inauguración y recorrido para distintos medios
de prensa, contó la génesis de su muestra. Después de una larga internación volvió a su
casa y se encontró con que no era el mismo de antes. Fue entonces que empezó a dibujar en
papel y con una birome la cotidianeidad, las etapas de su enfermedad y convalescencia y así,
dibujando, empezaron a aflorar los recuerdos de toda su vida. "Dejé de ir a cócteles, dejé de
ir a reuniones con intelectuales y empecé a dibujar la vida real" dijo Roux.
Esto quedó registrado en varios cuadernos. El resultado es la muestra que se inaugura en el
Museo Nacional de Bellas Artes y en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 de Barracas.
El escritor y ex Secretario de Cultura de la Nación y también embajador, Pacho O´Donnell fue
quien reunió a Guillermo Roux y al Director del Museo Nacional de Bellas Artes Andrés Duprat
y así surgió la idea de realizar esta muestra.
“Obra íntima, pensamiento secreto de quien debe vencer las horas largas reinventando la realidad,
los cuadernos que conforman este ʻDiario Gráficoʼ adquieren en el Museo Nacional de Bellas Artes y en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 el carácter de un llamado vitalista al disfrute y a la crítica. Y, al mismo tiempo, constituyen un homenaje a la persistencia de una labor artística que, desde hace décadas, no ceja en su capacidad de interpelación y en su búsqueda de nuevos lenguajes para dar forma a un universo tan potente y singular”, expresa Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes.
Las obras, ordenadas cronológicamente, constituyen una narración visual que recrea el universo del artista al regresar del hospital a su casa de Martínez. Le siguen imágenes del inicio de su rehabilitación: la pileta, su kinesióloga y las personas con las que se vinculaba en esas primeras sesiones que le devolvieron movilidad e independencia. La mujer, las flores y la moda, temas siempre presentes en su obra, retoman protagonismo desde un nuevo escenario, y los autorretratos realizados de madrugada, en penumbras y al borde de su cama, integran un panorama que alberga la intimidad de su vida.
“El arte, en su contenido de verdad, permite también cierta dosis de honestidad brutal”, señala Duprat. “Guillermo Roux no se privó de ella, e hizo del gesto del convaleciente, compelido a desplegar su imaginación solo con un cuaderno y una birome, la ocasión de recrear su mundo visual, mostrando su esqueleto, su pulsión más íntima y descarnada. Ciertamente, el padecimiento habilita al sarcasmo y la ironía; Roux los ejerce con sutileza en sus dibujos que, tramados con infinita paciencia, aluden a situaciones críticas del mundo contemporáneo”.
“Guillermo Roux ha decidido crear un relato gráfico de su vida cotidiana. Un relato que será el medio para acercarse a un público que quizá por su juventud no lo conoce, al tiempo que lo reencontrará con aquellos que extrañaban sus trazos”, afirma Cecilia Medina en su texto curatorial.
“Diario Gráfico” podrá visitarse en las salas 39 y 40 del Museo Nacional de Bellas Artes, del 17 de abril al 17 de junio, de martes a viernes, de 11 a 20, sábado y domingo, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita. Habrá visitas guiadas los viernes a las 16.30. La muestra complementaria en la Casa Central de la Cultura Popular Villa 21-24 se inaugurará el 19 de abril, a las 12, y podrá visitarse hasta el 16 de junio, de martes a sábado, de 10 a 20.
Guillermo Roux
Nace en Buenos Aires, en 1929. Formado en la Escuela Nacional “Manuel Belgrano”, adquiere una sólida experiencia en pintura y dibujo. En Europa, donde vive entre los años 50 y 60, aprende observando la obra de los grandes maestros de la historia del arte. En Italia, tiene la oportunidad de conocer en detalle los trabajos de los pintores del Trecento y el Quattrocento.
Este interés lo lleva a estudiar con el pintor Umberto Nonni, en Roma, quien lo introduce en las técnicas del fresco y del mosaico, fundamentales para el desarrollo posterior de su obra.
En aquellos años, los viajes por distintas ciudades europeas se complementan con sus estancias en Nueva York, lo que le permite entrar en contacto con las tendencias de la época.
De regreso a la Argentina, en 1960, se radica en Jujuy, donde alterna la docencia con la pintura. Luego, en 1966, se traslada a Nueva York, donde se dedica a la pintura y a la ilustración, que le permite conectarse con el mundo de la publicidad y ampliar su horizonte de técnicas artísticas.
Regresa a Buenos Aires en 1967, pero son frecuentes sus estancias en París, Roma y Sicilia.
Ha realizado exposiciones individuales en Buenos Aires, Munich, París, Londres y Nueva York. En 1998, el Museo Nacional de Bellas le dedica la exposición retrospectiva Guillermo Roux en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Ha sido galardonado con numerosos premios, entre los que se destaca el otorgado en la XIII Bienal de San Pablo de 1975. Es miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes.
Donación Elía/Robirosa
Con los galeristas Alberto Elía y Mario Robirosa se presentó la muestra "Una historia, una colección" compuesta por una selección de obras de artistas argentinos que se exhibirá a partir de hoy en la sala 38 del primer piso del museo.
La muestra está compuesta por obras de Alberto Heredia, Marta Minujín, Juan José Cambre y Duilio Pierri.
Incluye una selección de pinturas y esculturas de artistas argentinos realizadas entre 1970 y los primeros años del 2000, cedidas en 2017 a la institución por los reconocidos galeristas Alberto Elía y Mario Robirosa.
La donación está integrada por 84 piezas, un corpus de obra enfocado en los años 80 y 90, pero que abarca desde las serigrafías eróticas de Marta Minujín, y los dibujos y collages de Alberto Heredia de los 70, hasta los grandes lienzos de Diego Perrotta y Margarita De Koenigsberg de los primeros años de 2000. Las obras de este conjunto, formado desde 1977, eran adquiridas directamente a los artistas, con quienes Elía y Robirosa establecían una relación muy cercana: se interesaban por sus vidas y sus procesos creativos. Luego, seleccionaban los trabajos que exhibirían en la galería y adquirían una o más piezas del artista, como forma de sellar el compromiso establecido entre las dos partes que conformaban el proyecto artístico.
“Alberto Elía y Mario Robirosa, notables coleccionistas y galeristas, han construido durante medio siglo el círculo virtuoso entre ambas figuras, que encarnan con gran prestancia y generosidad”, afirma el director del Bellas Artes, Andrés Duprat. “En ellos se unen en forma condensada los criterios mediante los cuales una serie de autores –que
podemos llamar “de los ochenta”, concediendo a esa rápida categoría cronológica la facultad de nombrar un fenómeno cultural mucho más complejo– constituyen un corpus singular en la historia de las artes nacionales”, agrega.
Los curadores de la muestra, Florencia Galesio y Pablo De Monte, investigadores del Bellas Artes, realizaron una selección de esta colección a partir de dos núcleos temáticos: "El retorno a la pintura", compuesto por artistas de los años 80, y "Los referentes", eje conformado por quienes, sin estar cabalmente emparentados con esta generación,
influyeron y complementaron esta década signada por la vuelta a las prácticas artísticas tradicionales.
Dentro del primer núcleo, se destacan las pinturas de gran formato de Juan José Cambre, Duilio Pierri, Jorge Pietra y Alicia Carletti, y las esculturas de Juan Paparella, Hernán Dompé y María Simón. Además de Minujín y Heredia, entre los “referentes” se encuentran Luis Felipe Noé, Pablo Suárez y Gabriel Messil.
La muestra “Una historia, una colección. Donación Elía/Robirosa” podrá visitarse en la sala 38 del primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes, del 18 de abril al 17 de junio, de martes a viernes, de 11 a 20, y los sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.
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