martes, 26 de julio de 2022

"Ernesto Deira.Identificaciones" se inaugura el 29 de julio en el Bellas Artes una muestra con las obras restituidas desde Chile



(Buenos Aires)


 El Museo Nacional de Bellas Artes inaugura al público el viernes 29 de julio, a las 19, la muestra “Ernesto Deira. Identificaciones”, que presenta una serie de siete pinturas del artista argentino que se creían destruidas tras exhibirse en el Instituto de Arte Latinoamericano de la Universidad de Chile, en 1971.

Con curaduría de la directora artística del Museo, Mariana Marchesi, la exposición –que podrá visitarse, con entrada libre y gratuita, hasta el 30 de octubre– presenta en la sala 33 del primer piso la serie de pinturas de 1971, en blanco y negro y estilo naturalista, que Deira denominó “Identificaciones”, centradas en el asesinato de Ernesto “Che” Guevara, sucedido años antes en la selva boliviana.

“La intención de Deira por entonces ‒explicó Marchesi‒ era trazar una crónica sobre algunos de los acontecimientos más violentos sucedidos en el mundo desde los años 60: la pobreza en el Tercer Mundo, los procesos de descolonización, la invasión estadounidense a Vietnam y, en el caso de la Argentina, los primeros actos represivos que inauguraron la década del 70”.

Además de las siete obras, en la muestra se exhibirá un conjunto de documentos de época provenientes del archivo del artista y material de prensa en el que Deira se basó para la realización de esta serie.

 “Ernesto Deira. Identificaciones” podrá visitarse hasta el 4 de septiembre en la sala 33 del primer piso. El Museo Nacional de Bellas Artes, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación y cuenta con el apoyo de Amigos del Bellas Artes, está ubicado en Av. del Libertador 1473 (Ciudad de Buenos Aires) y abre sus puertas de martes a viernes, de 11 a 20, y sábado y domingo, de 10 a 20. La entrada es libre y gratuita.

El derrotero de las obras, perdidas y recuperadas

 En noviembre de 1971, Deira presentó las siete pinturas de la serie “Identificaciones” en el Instituto de Arte Latinoamericano (IAL) de la Universidad de Chile, un novedoso espacio académico y cultural donde se ensayaron diferentes proyectos orientados a conformar una nueva cultura chilena, tras la llegada de la Unidad Popular al gobierno en 1970. Allí permanecieron las obras tras el cierre de la exposición. Luego del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende en 1973, el artista y su entorno las dieron por perdidas, pues supusieron que, dado su contenido político explícito, habían sido destruidas durante la dictadura militar.

Recién en 2003, a instancias de Luis Felipe Noé y de la galerista y gestora chilena Carmen Waugh, se supo que las obras se hallaban, en perfecto estado, en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la Universidad de Chile, donde las había resguardado el personal de la institución.

Entonces se iniciaron gestiones diplomáticas para recuperar las obras, que culminaron en octubre de 2021 con un acuerdo entre los herederos del artista y las autoridades del MAC. Andrés Duprat, director del Bellas Artes, celebró el regreso de estas pinturas al país, concretado en abril de este año: “Esto fue posible gracias a la colaboración de los gobiernos de Argentina y Chile, después de casi dos décadas de tratativas para la devolución de las obras a la familia Deira”.

 “Por eso es muy importante que el público argentino pueda apreciar en el Museo la exhibición de esta serie, acompañada de un estudio que da cuenta de la historia de estos cuadros, una historia que es tan importante como la obra misma”, agregó.

 

Sobre Ernesto Deira

Nacido en Buenos Aires en 1928, tras recibirse de abogado en la Universidad de Buenos Aires inició su formación en pintura con Leopoldo Torres Agüero y más tarde con Leopoldo Presas. En 1958 realiza su primera muestra individual en la galería Rubbers de Buenos Aires.

 “La intención de Deira por entonces ‒explicó Marchesi‒ era trazar una crónica sobre algunos de los acontecimientos más violentos sucedidos en el mundo desde los años 60: la pobreza en el Tercer Mundo, los procesos de descolonización, la invasión estadounidense a Vietnam y, en el caso de la Argentina, los primeros actos represivos que inauguraron la década del 70”.

“Sin dudas ‒afirmó la curadora‒, el asesinato de Ernesto ‘Che’ Guevara en Bolivia era el hilo conductor de este breviario de la violencia. Para realizar cada una de las pinturas, Deira se basó en fotografías aparecidas en periódicos y revistas de divulgación científica que remitían a alguno de estos temas”.

 Además de las siete obras, en la muestra se exhibirá un conjunto de documentos de época provenientes del archivo del artista y material de prensa en el que Deira se basó para la realización de esta serie.

 


 


 


jueves, 14 de julio de 2022

A los 105 años la artista argentina Ides Kihlen expone sus obras en el Museo Nacional de Bellas Artes

 


Andrés Duprat director del MNBA en la presentación 




 

(Buenos Aires)

 

Una extensa trayectoria es la de Ides Kihlen, artista que recientemente cumplió 105 años quien expone sus obras en el Museo Nacional de Bellas Artes. La muestra reúne 25 trabajos de la artista argentina y se podrá ver hasta el 7 de agosto con entrada gratuita en el segundo piso del museo.



 “Homenaje a Ides Kihlen”, es una muestra antológica que celebra a la artista argentina, con obras que dan cuenta de las últimas décadas de su extensa producción. La curaduría es de María Florencia Galesio.

Ides Kihlen es uno de los secretos mejor guardados de la plástica argentina de los últimos dos siglos”. Así la presentó el director del Museo, Andrés Duprat, durante el acto abierto al público con el que también quedó reinaugurado, pasada ya la pandemia, el segundo piso del Bellas Artes. “Para el Museo, es un orgullo hacer este homenaje en vida a una artista muy prolífica, que ha trabajado secreta y silenciosamente durante décadas, a espaldas de las modas, las escuelas o los movimientos, y concentrada en su gran amor: la creación artística”, agregó.

Duprat también repasó la larga trayectoria de Kihlen: “Habiendo hecho un recorrido académico ‒estudió en la Escuela Superior de Artes Visuales Ernesto de la Cárcova‒ se formó con maestros como Pío Collivadino, Juan Batlle Planas, Emilio Pettoruti y, más recientemente, Kenneth Kemble y Adolfo Nigro. También viajó a Europa, como la mayoría de los artistas de su generación, y en París frecuentó el taller de André Lhote. Trabajó continuamente por más de ocho décadas, y recién obtuvo visibilidad en los primeros años de este siglo. Su primera muestra individual la realizó en el Museo Nacional de Arte Decorativo a sus 83 años: a partir de allí su obra comenzó a circular por museos, galerías y ferias en el país y el exterior. Faltaba el reconocimiento del Museo Nacional de Bellas Artes, y aquí llegó, en el mes en el que cumplirá 105 años”.

La exposición consta  con  creaciones automáticas que cruzan de modo constante sus indagaciones sobre pintura y música, y los trabajos más recientes de la serie “Pandemia”, en la que predominan el blanco y el negro.

“La exposición ‒comenta Galesio‒ reúne obras de los últimos veinte años, junto con algunos trabajos de los años 80 y otro grupo de fines de los años 90, que componen un panorama centrado en las distintas series en las que se ha organizado su producción: la “Serie del Tigre”, con tiras que simulan las teclas del piano; la “Serie Blanca”, sus creaciones más recientes, donde los fondos se iluminan y toman protagonismo; y, en el medio, la “Serie Negra”, en la que hay un juego de colores contrastantes muy potentes sobre fondos oscuros”.

 “Homenaje a Ides Kihlen” puede visitarse hasta el 7 de agosto en la sala 42 del segundo piso. El Museo Nacional de Bellas Artes, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación y cuenta con el apoyo de Amigos del Bellas Artes, está ubicado en Av. del Libertador 1473 (Ciudad de Buenos Aires) y abre sus puertas de martes a viernes, de 11 a 20, y sábado y domingo, de 10 a 20. La entrada es libre y gratuita.