miércoles, 11 de mayo de 2022

La memoria residual: Muestra de Juan Carlos Distéfano en el Museo Nacional de Bellas Artes

 

Andrés Duprat, Director del MNBA junto a Juan Carlos Distéfano, 
Julio Crivelli, Presidente de la Asociación de Amigos y María Teresa Constantín, curadora de la muestra









el recorrido de prensa


(Buenos Aires)

La memoria residual”, una muestra de Juan Carlos Distéfano que reúne esculturas y dibujos del artista inspirados en obras pictóricas, se inauguró para el público el martes 10 de mayo. La inauguración para la prensa tuvo lugar el lunes 9.

Juan Carlos Distéfano y su obra La necesidad del arco iris


Con la presencia del artista en sala, el Museo Nacional de Bellas Artes abrió al público ayer, martes 10 de mayo, “Juan Carlos Distéfano. La memoria residual”, la muestra curada por María Teresa Constantin que reúne en el Pabellón de exposiciones temporarias una selección de esculturas y dibujos en los que el maestro reescribe sus influencias de la pintura argentina y universal.




La muestra se compone de 19 esculturas realizadas entre 1972 y 2022, junto con 16 estudios para la realización de varias de ellas, en las que el artista argentino expresa su atracción por la pintura.

Una de sus últimas obras, es “La necesidad del  arco iris” realizada durante la pandemia,  abre la muestra.

 

Durante el acto de apertura, el director del Bellas Artes, Andrés Duprat, sostuvo: “Es una muestra delicada e interesante en su concepto, que presenta obras escogidas entre Juan Carlos y la curadora, vinculadas con el universo de creación del artista”. “Al recorrerla, descubrirán conexiones sutiles, tanto con pintores argentinos, como Spilimbergo o Gómez Cornet, como con grandes maestros de la historia del arte, entre ellos, El Bosco, Brueghel o Grünewald”, agregó. 

 Celebramos esta exposición, que es a la vez un homenaje de Distéfano a los artistas que él considera que fueron sus influencias, pero también un homenaje a un escultor del que nos sentimos orgullosos”, concluyó Duprat.

Según explicó Constantin, “la muestra está armada en torno a dos núcleos que Juan Carlos ha trabajado a lo largo de su vida, y que fueron surgiendo como esa memoria residual: la pintura centroeuropea del Renacimiento, La Edad Media, el Románico catalán… y un solo moderno, Van Gogh”. “En referencia al núcleo de los pintores argentinos –añadió la curadora– toma a Lacámera, a Cúnsulo, a Spilimbergo (pero el menos refulgente, el de los grabados más duros), a Gómez Cornet, a Policastro, enormes trabajadores del arte, como el mismo Distéfano, que batallan con la materia siempre. No eran pintores a los que les estaba regalado nada”.

Durante el recorrido para la prensa, previo a la apertura general, Distéfano comentó por qué eligió la escultura como medio de expresión artística: “Traté de ser pintor, pero cuando uno pasa a la tercera dimensión y toma la arcilla, nunca más se puede dejar por el placer que genera tocarla. Es extraordinaria, es maleable, es realmente tocar carne, y hago lo que se puede con eso”.

El artista también se refirió al vínculo de su producción con la historia política, cultural y social del país, y manifestó: “Vivo en la Argentina y añoro la Argentina cuando estoy afuera. Es un sentir, es un vivir acá. Hay muchas formas de hacerlo. Creo en esa forma de trabajar”. Y continuó: “No tengo ideas, tengo imágenes, que es lo primero que sale. Y sobre todo estoy muy atento al error, si hay algo bueno en él, se abre un camino inimaginado, aparece la aventura, y esa aventura es lo mejor que hay en cada uno de mis trabajos. La idea es traicionera; creo en la imagen”.




Entre las piezas en exhibición, se incluyen dos versiones de la escultura “Emma traviesa. Homenaje a Lino Enea Spilimbergo” (2014-2015) y una serie de estudios preparatorios realizados en sanguina sobre papel. Una de estas obras ingresó a la colección del Museo en 2018, cuando Distéfano fue distinguido con el Premio Nacional a la Trayectoria Artística.

 

Otra de las esculturas reunidas en la exposición es “La Urpila en Buenos Aires. Homenaje a Gómez Cornet” (2009-2010), realizada en poliéster reforzado y materiales varios, en diálogo con la pintura de 1946 del artista santiagueño, perteneciente a la colección del Museo.




Una de sus obras, realizada en Barcelona, cuando el artista y su esposa, la escritora Griselda Gambaro estaban exiliados después de que un libro de Gambaro fue prohibido por la última dictadura cívico militar que comenzó en 1976, está inspirada en los comentarios que le llegaban acerca de la suerte que corrían en esos años,  los desaparecidos en la Argentina.

 

“Juan Carlos Distéfano. La memoria residual” podrá visitarse hasta el 31 de julio en el Pabellón de exposiciones temporarias del Museo, de martes a viernes, de 11 a 20, y los sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

 

El Museo Nacional de Bellas Artes, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación y cuenta con el apoyo de Amigos del Bellas Artes, está ubicado en Av. del Libertador 1473 (Ciudad de Buenos Aires).

 

 

 









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