(Buenos Aires)
Entre el 9 de mayo y el 23 de junio se expondrán fotografías de Roberto Graziano en el Museo Nacional de Arte Decorativo.
En su transcurrir por el mundo y las artes, Roberto
Graziano ha sabido registrar con su impecable técnica de pintor y de fotógrafo
las infinitas formas encontradas a su paso y las supo envolver con sus ojos de
artista.
Para esta exposición Roberto
Graziano ha organizado un desfile de retratos fotográficos de colegas artistas
y referentes de la cultura –en su gran mayoría argentinos- y los ha
estructurado en tres actos, en los que cada protagonista
sucesivamente se presenta, se desfigura y se recompone en una suerte de tríada
que podríamos titular ´rostros/ aura/ ámbito´.
El desfile se abre con la
secuencia de rostros, donde el
retratado aparece con los rasgos que lo identifican y por los cuales se lo
reconoce. El mosaico puede tomarse como un abanico documental que oficia de apertura,
pero más allá de la objetividad del
retrato, Graziano nos anticipa trazos de la identidad interior –la identità in nuce- de cada personaje. Así
lo apreciamos en el enérgico facetado de un Rómulo Macciò como si fuera un
busto romano de mármol de Carrara, en el colorido que enmarca a Marta Minujín,
en la bonhomía irónica, tan característica y tan peculiar de Ferrari, Polesello
o Seguí.
El siguiente capítulo se dedica
al aura, esa experiencia que aquí se aplica a la videncia de Graziano, capaz de intuir el aura y hacerla imagen.
Evanescencias, proyecciones, duplicaciones de los personajes disueltos y
recompuestos por obra, sentimiento y fantasía de quien los fotografía: la
cacería del fantasma, como le gusta
decir a su autor. Es así como Gyula Kosice se funde con el torbellino
hidro-espacial que lo alimenta, Gorriarena nos mira de reojo, envuelto en sus
propios vapores, mientras una Josefina Robirosa sonriente y una Marcia Schvartz
de ceño fruncido se diluyen en neblina, Polesello baila al compás de sus
arpegios blanquinegros, Le Parc se duplica como espíritu cinético de sí mismo y
León Ferrari parece emular el éxtasis de la Santa Teresa de
Bernini.
El tercer
sector abre el último acto de esta procesión de personajes, que ahora aparecen
retratados en la intimidad del ámbito
creativo –taller, escritorio, jardín, escenario- donde cada uno de ellos
trabaja, descubre, interpreta, comunica, crea y recrea y adonde Roberto Graciano nos lleva hasta estos lugares exclusivos, en una muestra que cautivara al publico
visitante.
Museo Nacional de Arte
Decorativo
Av. del
Libertador 1902
Tel 4801-8248
; 4802-6606
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